viernes, 4 de octubre de 2013

Perspectivas Futuras

Panamá cuenta con una serie de fortalezas que pueden ser decisivas en el futuro de la sociedad. Dentro de estas condiciones se encuentran sus recursos humano cosmopolitas dotados de una educación básica (8.4 años de escolaridad promedio), su biodiversidad; tierras y recursos de bosques, mares y subsuelo poco aprovechado; un sistema financiero flexible y sus estratégica posición geográfica. Estas ventajas se ven reforzadas con la transferencia del Canal de Panamá y de sus áreas adyacentes (tierras, infraestructura, viviendas, puertos, escuelas, instalaciones físicas, entre otras), calculado en varias decenas de miles de millones de dólares y que representa un activo económico superior al de cualquier país de la región.

 
 
Las perspectivas de inserción de Panamá en el mundo globalizado son altamente favorables, dada la existencia de una elevada proporción de mano de obra empleada en diversas actividades del sector moderno de la economía, a la actitud favorable del empresariado nacional frente a la globalización y la escolaridad media de la población. Sin embargo, voceros de diversos sectores de la vida nacional opinan que el desarrollo humano y la competitividad en los mercados internacionales exigen un mayor esfuerzo en la definición de una estrategia de desarrollo nacional, concertada con los grupos más representativos del país, que contribuya a la reducción de la pobreza y la desigualdad social, al mejoramiento de la calidad de la formación de los recursos humanos y una mayor inversión en investigación y desarrollo.

Globalización

La globalización es un proceso pluridimensional, estimulado por el acelerado adelanto tecnológico de la informática y las comunicaciones. Sin embargo, la globalización económica y financiera es la que arrastra a todas las demás dimensiones y se caracteriza por ser asimétrica: la economía global no ha conducido a la formación de una verdadera sociedad global donde sus beneficios sean equitativamente distribuidos, sino a una creciente desigualdad entre las naciones y al interior de ellas.
 
 

Impacto

Hoy se reconoce que la ciencia y la tecnología tienen un efecto importante en el crecimiento económico, el desarrollo humano y la vida de las personas. El conocimiento es valorado como el factor de mayor incidencia- mayor aún que la tierra, el capital y el trabajo- en la competitividad internacional, así como en el mejoramiento de las condiciones de bienestar de la población.
 
Según la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT), Panamá refleja bajos niveles de competitividad, alto nivel de dependencia científica , elevados costos de producción y poco uso de la tecnología moderna en los procesos productivos. La inversión en ciencia y tecnología es de apenas 0.2% del PIB, una de las más bajas del área, si las comparamos con el promedio de la inversión regional (0.5%), y mas distante aún de lo que aportan países desarrollados como Estados Unidos (3.0%) y la región de Europa (2.0%).
 
Como país, se reconoce que Panamá ha carecido de un esfuerzo sistemático e integral en el campo de la ciencia y la tecnología, como lo han hecho países vecinos como Costa Rica o de la región como Chile. La inserción tardía en el movimiento de creación de organismos de ciencia y tecnología nacionales (ONCYT), tales como CONACYT en México y la CONICET en Argentina, parece haber impedido construir un sistema robusto para impulsar el desarrollo del conocimiento y la tecnología en el país. Sin embargo, durante los últimos años se aprecia un interés creciente en esta materia.
 
En este esfuerzo la educación superior pero, sobre todo, las universidades más grandes del país (Universidad de Panamá, Universidad Tecnológica de Panamá, Universidad Santa María la Antigua), como parte del sistema de ciencia y tecnología, han asumido un papel importante en el desarrollo de la investigación y el desarrollo del conocimiento.
 
Durante los próximos años el país debería preocuparse por atender algunas condiciones que limitan el desarrollo científico y tecnológico y el papel que le corresponde asumir a las universidades como son: la insuficiente inversión en investigación y desarrollo; falta de apoyo a la innovación tecnológica empresarial; insuficiencia de investigadores con niveles de doctorado y postdoctorado en áreas estratégicas; falta de condiciones apropiadas en las universidades para que los investigadores cumplan apropiadamente con sus funciones; escasas relaciones entre la empresa y la comunidad científica, así como la carencia de infraestructura científica.

Redes Académicas

Una enseñanza de calidad para todos a lo largo de la vida, basada en el mérito y la equidad, es la visión de la U N E S C O para el desarrollo de la educación.
 
Por eso busca promover la educación como derecho fundamental de conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos, mejorar la calidad de la educación mediante la diversificación de sus contenidos y métodos y la promoción de valores compartidos universalmente, además de promoverla experimentación, innovación, difusión y utilización compartida de la información y de las mejores prácticas académicas, así como el diálogo sobre políticas en materia de educación.
 

Introducción

Durante los últimos años la educación superior en Panamá, al igual que ha ocurrido en muchos de los países de la región y del mundo, ha vivido un proceso de cambios sin precedentes. Sus matrículas se expandieron, las instituciones se incrementaron y diversificaron, el número de egresados aumentó a tasas insospechadas, los estudios de postgrado, maestrías y doctorados se multiplicaron. Se han creado organismos fiscalizadores, coordinadores y supervisores de sus operaciones y los recursos públicos asignados a su financiamiento han crecido, casi proporcionalmente al incremento de las instituciones oficiales y sus estudiantes.
       
 
A pesar de ser un sistema joven, también ha acumulado viejos problemas y presenta debilidades nuevas que afectan sus resultados. La educación superior se encuentra en el centro de contundentes críticas acerca de la misión , de los procesos y resultados que ofrece a la sociedad. Muchos análisis revelan la incoherencia y desarticulación de este nivel internamente y en relación con el resto del sistema educativo; sus altos costos de operación, la débil calidad y pertinencia de su oferta académica y las inequidades en las oportunidades de estudio que ofrece.
 
       
Las instituciones de educación superior están en el vértice de este desafío, por representar las organismos llamados a formar los recursos humanos de alto nivel y calidad, los investigadores, los intelectuales, los lideres empresariales, los trabajadores de la cultura; ofrecer servicios especializados y promover valores de la identidad nacional, de convivencia pacífica y democrática, solidaridad y justicia social.